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Lo mejor del Online & lo Presencial

Por: Valentina Orrego

“Odio el zoom”


“No me quiero conectar a nada más en mi vida”


Son frases que escucho frecuentemente en mi entorno.


Algo parecido me dicen mis clientes cuando les presento nuestro programa de empoderamiento para mujeres (M’Empodero) y ven que las sesiones son online…


“Pero, nos gustaría hacerlo presencial, la gente está cansada de lo virtual”, me dicen.


Entonces, yo les explico que lo virtual puede tener tanta o más “presencia” que cuando estamos en el mismo lugar.


Les muestro lo poderoso que es para la organización que personas que trabajan en distintas áreas, sedes o ciudades se conozcan y creen redes.


Y les explico cómo la virtualidad tiene perspectiva de género, ya que facilita la experiencia para las mujeres: ahorrándose traslados, combinando con cuidados o con tiempo propio, etc.


Las personas no están cansadas de Zoom, Meet o Teams…


Las personas estamos cansadas de espacios unilaterales donde sólo podemos escuchar.


Nos agotaron las presentaciones planas, aburridas y feas.


Ya no queremos ser sólo “una pantallita más", sin que nadie repare que estoy ahí, qué pienso o qué me pasa.


Las personas están cansadas de no conversar y conocerse.


Cuando nos encontramos en un tiempo y espacio...sea presencial o virtual, estamos viviendo una experiencia y muchas veces eso se olvida.


La clave para que una experiencia impacte y se recuerde, sin importar si hablamos de un taller, un conversatorio o de una reunión de coordinación, se necesita magia.


La magia que ocurre, cuando ponemos al centro del diseño de esa experiencia, a quienes participan en ella, en el rol que sea.


Y esa magia se encuentra en la música, en las buenas imágenes, en la interacción, en la liviandad, en que las preguntas y los ejemplos hagan sentido y tengan que ver “conmigo”, y puedo seguir por muchas líneas más.


Entonces, volvamos a mirar la virtualidad con otros ojos.


La virtualidad nos ofrece un mundo de posibilidades...


La virtualidad nos permite aprender, crecer, conocer, confiar, emocionarnos, aplicar, entrenar, integrarnos, coordinar, disfrutar, sentirnos parte...estemos donde estemos.


La virtualidad es un tremendo recurso en tiempos de la tiranía del ‘No tengo tiempo’.


Es “LA” opción más solidaria y más efectiva (al menos que yo conozca) para democratizar las oportunidades en los territorios, en la ruralidad, para las mujeres cuidadoras...


Es también una gran opción en la era de la Conciliación, de la Sostenibilidad, del Cambio Climático, del desafío urgente por la Igualdad de Género ….


¿Cuál es la causa que te mueve a ti? ¿Qué temas te importan?


Seguro que la virtualidad es un recurso que rema a favor de eso también.


Quiero que sepas, que no es que a mi, no me guste lo presencial, porque de verdad lo amo ❤️.


Reconozco perfectamente el impacto que tiene la presencialidad para generar sentido de tribu, para sellar pactos o compromisos, para fortalecer equipos y tantas cosas más.


Y he aprendido que, aun así, hay tanto que se logra al 100% de manera virtual, cuando hay un buen diseño, que tiene magia.


Yo amo el zoom.


Amo conectarme desde mi bosque sureño, desde un café, o desde la ciudad o el país en el que esté viajando.


¿Y tú, estás en modo odio o modo amor?


Y más importante aún, ¿qué experiencias crees que vale la pena seguir viviendo online?




Valentina Orrego Directora & Fundadora de Veomás






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